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San Rafael de San José - el 19 de noviembre. yossmaria San Rafael Kalinowski - en religión - Rafael de San José, en la vida civil Józef Kalinowski, (1835- 1907), es un religioso carmelita descalzo …Más
San Rafael de San José - el 19 de noviembre.

yossmaria San Rafael Kalinowski - en religión - Rafael de San José, en la vida civil Józef Kalinowski, (1835- 1907), es un religioso carmelita descalzo, considerado como el « Restaurador del Carmelo Polaco ».
Su obra, que concernía la restauración de la Orden del Carmelo en Polonia, fue fecunda. Vicario provincial y visitador de monasterios, está en la base de dos fundaciones, una de ellas en Ucrania. Funda también un convento en Wadowice, Polonia y un pequeño seminario para recibir a los hombres que quisieran integrar el Carmelo.
Organiza también la Tercera Orden Secular de la Cofraternidad del Carmelo y reúne todos los archivos conventuales dispersados desde la supresión de los antiguos monasterios. Numerosos documentos son así publicados bajo el título: «Crónicas Carmelitas».
Publica también varias biografías :
Una de Madre Teresa de Jesús Marchoka (1603-1652), con el apelativo de La Teresa Polaca
Un libro acerca de Santa Teresa De Ávila por el tercer centenario de su muerte
Un opúsculo sobre el culto mariano en el Carmelo Polaco
Otro opúsculo sobre los mártires polacos del siglo XVII
En 1906, toma la dirección del colegio de teología en Wadowice. Es apreciado por todos como director espiritual y como confesor.
El Padre Rafael de San José puede también ser considerado como el restaurador del Carmelo Polaco, ya que ha contribuido a su renacimiento y a su expansión.
Rafael Kalinowski muere el 15 de noviembre de 1907 en Wadowice, el día de la conmemoración de todos los difuntos del Carmelo.
A la Gloria de los Altares
Rafael Kalinowski fue beatificado en Cracovia el 22 de junio de 1983 por el Papa Juan Pablo II.
Canonizado en Roma el 17 de noviembre de 1991 por el Papa Juan Pablo II.
Su fiesta fue fijada el 19 de noviembre
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✍️ Trigésimo tercer Domingo del tiempo ordinario
Libro de los Proverbios 31,10-13.19-20.30-31.

Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas.
El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación.
Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida.
Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos.
Aplica sus …Más
✍️ Trigésimo tercer Domingo del tiempo ordinario

Libro de los Proverbios 31,10-13.19-20.30-31.

Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas.
El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación.
Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida.
Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos.
Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso.
Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente.
Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada.
Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.

Salmo 128(127),1-2.3.4-5.
¡Feliz el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz y todo te irá bien.

Tu esposa será como una vid fecunda
en el seno de tu hogar;
tus hijos, como retoños de olivo
alrededor de tu mesa.

¡Así será bendecido
el hombre que teme al Señor!
¡Que el Señor te bendiga desde Sión
todos los días de tu vida:

que contemples la paz de Jerusalén.

Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 5,1-6.
Hermanos:
En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba.
Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche.
Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores de parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar.
Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese Día los sorprenda como un ladrón:
todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas.
No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios.

Evangelio según San Mateo 25,14-30.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes.
A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida,
el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos,
pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores.
El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'.
'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'.
'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido.
Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!'.
Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido,
tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.
Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez,
porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes'.

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : San Juan Crisóstomo
La parábola de los talentos