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¿Cómo fue la muerte de Jesús? Respuesta del profesor de Teología Francisco Varo. Episodio de la serie "50 preguntas sobre Jesús". www.arguments.es Jesús murió clavado en una cruz el día 14 de Nisán …Más
¿Cómo fue la muerte de Jesús?

Respuesta del profesor de Teología Francisco Varo.
Episodio de la serie "50 preguntas sobre Jesús".
www.arguments.es
Jesús murió clavado en una cruz el día 14 de Nisán, viernes 7 de abril del año 30. Así se puede deducir del análisis crítico de los relatos evangélicos, contrastados con las alusiones a su muerte trasmitidas en el Talmud (cfr. TB, Sanhedrin VI,1; fol. 43a).

La crucifixión era una pena de muerte que los romanos aplicaban a esclavos y sediciosos. Tenía un carácter infamante, por lo que de suyo no podía aplicarse a un ciudadano romano, sino sólo a los extranjeros. Desde que la autoridad romana se impuso en la tierra de Israel hay numerosostestimonios de que esta pena se aplicaba con relativa frecuencia. El procurador de Siria Quintilio Varo había crucificado en el año 4 a.C. a dos mil judíos como represalia por una sublevación.

Por lo que se refiere al modo en que pudo ser crucificado Jesús son de indudable interés los descubrimientos realizados en la necrópolis de Givat ha-Mivtar en las afueras del Jerusalén. Allí se encontró la sepultura de un hombre que fue crucificado en la primera mitad del siglo I d.C., es decir, contemporáneo de Jesús. La inscripción sepulcral permite conocer su nombre: Juan, hijo de Haggol. Mediría 1,70 de estatura y tendría unos veinticinco años cuando murió. No hay duda de que se trata de un crucificado ya que los enterradores no pudieron desprender el clavo que sujetaba sus pies, lo que obligó a sepultarlo con el clavo, que a su vez conservaba parte de la madera. Esto ha permitido saber que la cruz de ese joven era de madera de olivo. Parece que tenía un ligero saliente de madera entre las piernas que podría servir para apoyarse un poco, utilizándolo como asiento, de modo que el reo pudiera recuperar un poco las fuerzas y se prolongara la agonía evitando con ese respiro una muerte inmediata por asfixia que se produciría si todo el peso colgara de los brazos sin nada en que apoyarse. Las piernas estarían ligeramente abiertas y flexionadas. Los restos encontrados en su sepultura muestran que los huesos de las manos no estaban atravesados ni rotos. Por eso, lo más probable es que los brazos de ese hombre fueran simplemente atados con fuerza al travesaño de la cruz (a diferencia de Jesús, al que sí clavaron). Los pies, en cambio habían sido atravesados por los clavos. Uno de ellos seguía conservando fijado un clavo grande y bastante largo. Por la posición en que está podría pensarse que el mismo clavo hubiera atravesado los dos pies del siguiente modo: las piernas estarían un poco abiertas y el poste quedaría entre ambas, la parte izquierda del tobillo derecho y la parte derecha del izquierdo estarían apoyados en los lados del poste transversal, el largo clavo atravesaría primero un pie de tobillo a tobillo, después el poste de madera y después el otro pie. El suplicio era tal que Cicerón calificaba a la crucifixión como «el mayor suplicio», «el más cruel y terrible suplicio», «el peor y el último de los suplicios, el que se inflige a los esclavos» (In Verrem II, lib. V, 60-61).

Sin embargo, para acercarse a la realidad de lo que supuso la muerte de Jesús en la cruz no basta con quedarse en los dolorosos detalles trágicos que la historia es capaz de ilustrar, pues la realidad más profunda es la que confiesa «que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras» (1 Co 15,3). En su entrega generosa a la muerte de Cruz manifiesta la magnitud del amor de Dios hacia todo ser humano: «Dios demuestra su amor hacia nosotros porque, siendo todavía pecadores, Cristo murió por nosotros» (Rm 5,8).

Bibliografía: Simon Légasse, El proceso de Jesús. La historia (Desclée de Brouwer, Bilbao 1995) 137-143; Nicu Haas, «Antropological Observations on the Skeletal Remains of Giv’at ha-Mivtar»: Israel Exploration Journal 20 (1970) 38-59; Francisco Varo, Rabí Jesús de Nazaret (B.A.C., Madrid, 2005) 186-191.

"La relación con Dios se establece a través de la comunión con Jesús, pues solos y únicamente con nuestras fuerzas no la podemos alcanzar" (Benedicto XVI, en la encíclica Spe Salvi)
A lo largo de la Historia la Iglesia Católica ha recordado que Jesucristo "transmite a los Apóstoles 'el reino' y 'la misión' que EI mismo recibió del Padre y, a la vez, instituye la estructura fundamental de su Iglesia". En esta sección se reúnen vídeos, audios y textos sobre Jesucristo recogidos de la predicación del Santo Padre, San Josemaría y el Prelado del Opus Dei

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ESCUCHE LA VIDA DE JESÚS
En este apartado incluimos algunos audios del Nuevo Testamento editado por Maiestas

JESUCRISTO Y LA IGLESIA
Respuestas a las 54 preguntas más frecuentes sobre Jesucristo y la Iglesia

EL PAPA HABLA DE JESUCRISTO
En este apartado recogemos algunos textos de Benedicto XVI sobre Jesucristo

SAN JOSEMARÍA: VÍDEOS Y AUDIOS SOBRE JESUCRISTO
Recuperamos en este apartado algunos vídeos y audios de San Josemaría sobre Jesucristo publicados en esta web

CATEQUESIS SOBRE JESUCRISTO
Un Curso de Catequesis de la Doctrina Católica en 60 temas

COMO UN PERSONAJE MÁS
San Josemaría animaba a hacer oración metiéndose en las escenas del Evangelio "como un personaje más"

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