HOMILÍA.
Para tener vida hay que amar.
Pero no podemos hacer trampa, hay que amar. Y no poner a prueba al otro con preguntas capciosas. El letrado pregunta para poner a prueba a Jesús. Su pregunta no se hace para crecer en conocimiento, sino para poner a prueba al otro.
¿Hacemos nosotros lo mismo?
Pero Jesús sale airoso de la prueba, le devuelve la pelota. ¿Qué dice la Ley sobre la vida?
Hay que amar a Dios y al prójimo.
Lo de Dios está claro.
Pero el letrado insiste, busca discutir por discutir. ¿Quién es mi prójimo? Y Jesús no quiere teorizar, no quiere enzarzarse en discusiones y le responde con una narración. Que todos conocemos el buen samaritano. Para preguntar al final al letrado ¿Cual de los tres crees que se portó como prójimo? A lo que contestó el letrado: El que practico la misericordia con Él. Y Jesús, sin discutir, le invita a que él haga otro tanto. Es con la práctica de la misericordia que hacemos que el otro sea mi prójimo. No es la cercanía física o psiquica. El sacerdote …Más