Enciclica Laudato Si. Alabado Seas. Sobre el cuidado de la casa Común. *Santo Padre Francisco*Más
Enciclica Laudato Si. Alabado Seas. Sobre el cuidado de la casa Común.
*Santo Padre Francisco*
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192 páginas
Laudato si [Enciclica sobre el cuidado de la casa común] Santo Padre Francisco. 6. El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural esta lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento …Más
Laudato si [Enciclica sobre el cuidado de la casa común] Santo Padre Francisco.
6. El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural esta lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable. También el ambiente social tiene sus heridas. Pero todas se deben en el fondo al mismo mal, es decir a la idea que no existen verdades indiscutibles que guíen nuestra vida, por lo cual la libertad humana no tiene limites. Se olvida que el hombre no es solo una libertad que el se crea por sí solo. El hombre no se crea a si mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza.
6. El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural esta lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable. También el ambiente social tiene sus heridas. Pero todas se deben en el fondo al mismo mal, es decir a la idea que no existen verdades indiscutibles que guíen nuestra vida, por lo cual la libertad humana no tiene limites. Se olvida que el hombre no es solo una libertad que el se crea por sí solo. El hombre no se crea a si mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza.
Laudato Si [Carta enciclica sobre el cuidado de la casa común] Santo Padre Francisco. 2. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de …Más
Laudato Si [Carta enciclica sobre el cuidado de la casa común] Santo Padre Francisco.
2. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (Rm 8,22) Nuestro propio cuerpo esta constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura (Gn 2,7)
2. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (Rm 8,22) Nuestro propio cuerpo esta constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura (Gn 2,7)
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Fragmento del Dialogo, Santa Catalina de Siena III. El que pone su afecto principal en la penitencia no obra conforme a mis deseos sino indiscretamente, no amando lo que más amo y no odiando lo que …Más
Fragmento del Dialogo, Santa Catalina de Siena III.
El que pone su afecto principal en la penitencia no obra conforme
a mis deseos sino indiscretamente, no amando lo que más amo y no
odiando lo que más odio. Porque la discreción no es otra cosa que un
verdadero conocimiento que el alma debe tener de sí y de mí. Es como
un retoño injertado y unido a la caridad, el árbol que hunde sus raíces
en la tierra de la humildad.
No sería virtud la discreción y no produciría el fruto debido si no estuviese plantada en la virtud de la humildad, ya que la humildad procede del conocimiento que el alma tiene de sí misma y de mi bondad. Por esta discreción el alma tiende a dar a cada uno lo que es debido.
El que pone su afecto principal en la penitencia no obra conforme
a mis deseos sino indiscretamente, no amando lo que más amo y no
odiando lo que más odio. Porque la discreción no es otra cosa que un
verdadero conocimiento que el alma debe tener de sí y de mí. Es como
un retoño injertado y unido a la caridad, el árbol que hunde sus raíces
en la tierra de la humildad.
No sería virtud la discreción y no produciría el fruto debido si no estuviese plantada en la virtud de la humildad, ya que la humildad procede del conocimiento que el alma tiene de sí misma y de mi bondad. Por esta discreción el alma tiende a dar a cada uno lo que es debido.
Fragmento del dialogo, Santa Catalina de Siena III. [La caridad, según la santa, tiene dos aspectos: a) Afectivo, con deseo de la gloria de Dios y de la salvación de las almas, odio de la sensualidad …Más
Fragmento del dialogo, Santa Catalina de Siena III.
[La caridad, según la santa, tiene dos aspectos: a) Afectivo, con
deseo de la gloria de Dios y de la salvación de las almas, odio de la
sensualidad, amor de la humildad verdadera y demás virtudes
«intrínsecas»; y b) Efectivo: Lucha por la muerte de la voluntad
propia. Penitencia exterior como ayuda de la lucha interior.]
[La caridad, según la santa, tiene dos aspectos: a) Afectivo, con
deseo de la gloria de Dios y de la salvación de las almas, odio de la
sensualidad, amor de la humildad verdadera y demás virtudes
«intrínsecas»; y b) Efectivo: Lucha por la muerte de la voluntad
propia. Penitencia exterior como ayuda de la lucha interior.]
