La Calumnia es un vientecillo. Rossini, plasma de manera magistral el carácter de la calumnia. Al principio, poco a poco, la calumnia se va introduciendo, zumbando en los oídos de la gente, para terminar siendo un verdadero temporal que "produce una explosión".
En medio del espíritu de comedia, impresiona también la seriedad de la frase 'el infeliz calumniado, aplastado bajo el azote público, podrá considerarse afortunado si muere'.