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UNA FAMILIA DE SANTOS: Los Martin de Lisieux - Santos Teresa, Luis y Zélie, escrita por STÉPHANE-JOSEPH PIAT, O.F.M. y traducida por Un benedictino de la abadía de Stanbrook.
La publicación de esta biografía satisface un deseo largamente expresado al presentar un vívido retrato de un matrimonio cristiano. Su aparición es especialmente oportuna en una época en la que "tantas influencias malsanas han atacado la indisolubilidad, la unión y la fecundidad del hogar". Los Martin de Lisieux se ofrecen como dos modelos incomparables y, "casi decía dos santos patronos", para la admiración e imitación de los padres católicos.
El propósito de este libro es revelar al público católico la vida ejemplar de M. y Mme. Martin. La Iglesia misma cree que los Martin son un ejemplo a imitar. La obra, que puede parecer "algo austera", ilustra la grandeza de una existencia laboriosa y de alta conciencia profesional, y ofrece ejemplos para aquellos que luchan por dar a la sociedad no solo hijos, sino también "hombres y mujeres de carácter, cristianos".
La vida de Louis Martin y Zélie Guérin demuestra que la vida conyugal no implica una fatal caída en la mediocridad espiritual, corrigiendo así la idea errónea de que el matrimonio condena a un fervor "reducido". El hogar que produjo a Santa Teresa del Niño Jesús entra hoy en su camino de gloria.
El camino de ascenso espiritual de Santa Teresa fue inextricablemente ligado al de sus padres, quienes, según la propia santa, eran "más dignos del cielo que de la tierra". Ella misma atestigua que fue Dios quien la hizo nacer "en una tierra santa, impregnada de un perfume virginal". Este ambiente familiar ejemplar es la base de su grandeza.
Entre las cualidades sobresalientes de su matrimonio, destaca su unidad inquebrantable. Consideraban el matrimonio como su vocación, una clara directriz de Dios en su camino hacia el Cielo. Sus sufrimientos, incluyendo la pérdida de cuatro hijos, se enmarcaban siempre en el contexto de la salvación, siendo oportunidades para acercarse a Dios. Tuvieron una claridad de objetivos constante en su búsqueda de la santidad. Esta búsqueda se manifestaba en su inquebrantable devoción a la fe católica, yendo a misa todos los días a las 5:30 de la mañana, incluso cuando Zélie, enferma de cáncer, se esforzaba por asistir, agarrándose del brazo de Louis.
Además, a pesar de su perspicacia en los negocios y su trabajo duro, los Martin eran conocidos por su generosidad con los necesitados, una caridad que su hija Thérèse abrazaría posteriormente. Al mirar a sus padres, los hijos Martin vieron la realidad innegable de que este mundo no es su verdadero hogar.
La aureola que rodea la cabeza de Santa Teresa incluye en su luz radiante a su padre y a su madre inclinados sobre ella. Esta obra, por tanto, narra cómo Dios eligió y preparó este hogar, culminando en la canonización de la hija, cuya gloria recompensa la fe ciega y el sacrificio de sus admirables padres.

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