(LifeSiteNews) - Queridos hermanos y hermanas en Cristo, "Te adoramos, oh Cristo, y te alabamos, porque por tu Santa Cruz, redimiste al mundo". Esta oración familiar que se ofrece como parte del Vía Crucis es familiar para los católicos, y bien que debería serlo. Expresa sucintamente nuestra fe y la realidad única de Jesucristo -el Hijo Divino de Dios- como único Salvador de toda la humanidad. Estamos obligados a adorar y alabar a Jesucristo porque es el Hijo de Dios, y porque ha traído la salvación a nuestro estado caído. Debemos aferrarnos tenazmente a la verdad de que sólo Jesucristo es Salvador, y que vivió, sufrió, murió y resucitó por toda la humanidad y para siempre. El sacrificio amoroso de Su propia vida para redimirnos es el mayor regalo que la humanidad ha recibido jamás. Esta sencilla oración expresa el núcleo de nuestra fe, que estamos obligados a proclamar al mundo si queremos vivir como sus discípulos. La Iglesia existe para proclamar esta Verdad a fin de indicar …