Una sociedad hipócrita ya está condenada a muerte
Si seguimos leyendo la prensa, raro será el día en el que algún escándalo de este tipo no salte a la palestra. Hace pocos días veíamos a todo el Estado Español conmovido por la muerte de un cabo del ejército muerto en acto de servicio; pero ese mismo Estado es el que todos los días, a pesar de “autoproclamarse de derechas” asesina a miles de niños en el vientre de sus madres.
Continuamente están las noticias atemorizándonos con los asesinatos perpetrados por el Estado Islámico. Hoy mismo este mismo Estado Islámico solivianta a sus seguidores para que asesinen, aunque sea a palos, a más gentes en Occidente. En cambio, apenas hay periódico, ministro u obispo que se atreva a decir que el peor enemigo de la civilización occidental es ella misma por haber renunciado a sus principios.
Y yo me pregunto ¿cuánto podrá subsistir una civilización que ha renunciado a sus cimientos? Si destruye diariamente todo aquello en lo que no hace tanto tiempo creía ¿cuánto tiempo faltará para que se venga abajo? Vivimos en una sociedad hipócrita. Ella misma se ha puesto la soga al cuello, ya está condenada a muerte. Sólo falta el último empujón.
Seguir leyendo.