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Bottega
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Acoso Anticatolico. Para el cristiano, hoy como ayer, la persecución, la exclusión y la burla son pan de cada Dia, ayer fue santa Inés o San Pelayo, niños castos que brindaron su sangre con tal de …Más
Acoso Anticatolico.

Para el cristiano, hoy como ayer, la persecución, la exclusión y la burla son pan de cada Dia, ayer fue santa Inés o San Pelayo, niños castos que brindaron su sangre con tal de preservar su castidad. Hoy, el panóptico social nos tiene en la mira para hacernos tropezar y caer, la burla en la fe de Dios y el paganismo generalizado, hacen que donde haya un católico, haya muchos “ilustrados” hostigándole y atacándole. Decimos estar dispuestos al sacrificio. Igual que Pedro, juramos nuestra fidelidad a Dios, pero apostamos frente a una sirvienta, igual que Pedro, por miedo al qué dirán. Levantamos las velas y nos preparamos como misioneros para predicar la cruzada, pero, como Herodes, el gran constructor de Masada, Cesárea marítima y el templo de Salomón, sucumbimos frente a una niñita libertina, y para no quedar mal con unos borrachos, somos capaces de cortarle la cabeza a la misma iglesia y entregar sus profetas. Los católicos de Hoy cambiamos a Dios por un plato de lentejas y escogemos al criminal Barrabás en lugar de Jesús. Como el pueblo judío de ayer, que incluso pidió que Su sangre cayera sobre ellos y sus hijos y luego se puso a gritar crucifícalo, crucifícalo. Dios todo lo ve y prevé, por eso nos ha dejado el ejemplo de David contra los 7 mil millones de Goliat no católicos que hoy tiene el mundo, que, cual poderoso ejército de Holofernes, listo para destruir lo que queda del pueblo elegido, con infiltrados y espías que nos quieren desanimar; nos pone el ejemplo de Judith, que en su debilidad, supo cortarle la cabeza a la tentación de una vida fácil, para no apostatar de la verdad.