Lo de menos es lo que significan las palabras. Lo verdaderamente importante es saber cuál es la palabra de moda y meterla donde sea y como sea.
Años tuvimos en los que todo era liberación y teología de la liberación ¿se acuerdan? En aquellos momentos no había reunión, lema, eslogan o encuentro en el que la palabra liberación no apareciera. Era el momento, la moda y a ver quién era el guapo que se resistía. Le hubieran llamado de todo. Hoy ya no se habla de eso. Es verdad que quedan grupos recalcitrantes, pero nada más.
Hemos tenido los años de misericordia. Lo mismo. Fuera lo que fuera tocaba misericordia, o al menos colocar la palabreja. Daba igual jubileo de la misericordia, que llamados a la misericordia, que juntos para mostrar la misericordia o la misericordia nos urge. Me los estoy inventando, pero puedo inventar más. La palabra misericordia ha desaparecido de carteles y jornadas. Se gastó de tanto usarla.
Ahora la moda está en lo ecológico. Da igual el proyecto de cuatrienio de los padres venerandos o las madres társilas, el plan pastoral del colegio de santa Gertruditas rediviva, las jornadas de actualización de la conferencia de expertos en psicología religiosa, los ejercicios espirituales de las junioras tarsitinas o las charlas cuaresmales de la parroquia de san Apapucio el joven. Si no colocas por alguna parte la ecología integral y añades una experiencia de escucha de la naturaleza y recogida de residuos medioambientales, fracaso total.
Leo hoy que las autodenominadas “Iglesias de Extremadura”, que según las firmas del comunicado están representadas por representantes de la Iglesia evangélica española, Iglesia bautista, Iglesia ortodoxa rumana, Iglesia católica, han sacado un comunicado con motivo de la semana de oración por la unidad de los cristianos que termina con un compromiso “para seguir caminando en un camino ecuménico espiritual y de ecología integral".
El comunicado como tal es flojito con ganas. Lo de siempre. Solidaridad humana y poco más. Siendo cosa de ecumenismo no aparecen palabras como Cristo o verdad. Una vez Jesús, eso sí. Y dos cristianismo. Encontraremos dignidad (tres veces), justicia (dos), reflexión o reflexionar (otras dos). Incluso COVID-19.
No acabo yo de sacar la relación entre ecumenismo y ecología integral. No pasa nada. San José era carpintero y haría confesionarios, así que hablemos de la confesión que es lo mismo.
Lo del ecumenismo tiene menos futuro que el zapatero de Tarzán, pero ahí está y tampoco cuesta tanto mantenerlo. Total, una semanita al año que se sobrelleva con buena voluntad y nombrar un delegado. Lo jorobado es sentarse con la escritura, la teología y la historia de la Iglesia y hablar en serio. Pero eso da mucha pereza. Decir los hermanos que se fueron que vuelvan, no queda bien, ya saben que los católicos somos autoflagelantes, es decir, culpables de la marcha y excesos de Lutero y los furores de entrepierna de Enrique VIII, que tuvo que irse de la Iglesia por la poca comprensión de Clemente VII.
Un camino ecuménico espiritual y de ecología integral. Está bien. En el fondo del corazón todos hermanos. Y siempre podremos estar de acuerdo en la cosa del reciclaje, aunque tengamos pequeñas diferencias en el color del recipiente al que arrojar las gansadas. No pasa nada. Estamos en camino.
