02:26
adelfi
1844
Salmo 5 Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos; oye mi clamor, mi Rey y mi Dios, porque te estoy suplicando. Señor, de madrugada ya escuchas mi voz: por la mañana te expongo mi causa y …Más
Salmo 5

Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos;
oye mi clamor, mi Rey y mi Dios,
porque te estoy suplicando.

Señor, de madrugada ya escuchas mi voz:
por la mañana te expongo mi causa
y espero tu respuesta.

Tú no eres un Dios que ama la maldad;
ningún impío será tu huésped,
ni los orgullosos podrán resistir
delante de tu mirada.
Tú detestas a los que hacen el mal.

y destruyes a los mentirosos.
¡Al hombre sanguinario y traicionero
lo abomina el Señor!

Pero yo, por tu inmensa bondad,
llego hasta tu Casa,
y me postro ante tu santo Templo
con profundo temor.

Guíame, Señor, por tu justicia,
porque tengo muchos enemigos:
ábreme un camino llano.

En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
aunque adulan con la lengua.

Castígalos, Señor, como culpables,
que fracasen sus intrigas;
expúlsalo por sus muchos crímenes,
porque se han rebelado contra ti.

Así se alegrarán los que en ti se refugian
y siempre cantarán jubilosos;
tú proteges a los que aman tu Nombre,
y ellos se llenarán de gozo.

Porque tú, Señor, bendices al justo,
como un escudo lo cubre tu favor.

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Video de: www.youtube.com/user/DiosEresMiSalvacion/videos
adelfi
El santo rey dirige sus plegarias matutinas a Dios, pidiéndole que lo libre de sus enemigos. El salmista pide la humillación de sus adversarios, no por sentimientos de venganza, sino más bien porque son enemigos de Dios. Dice: su rebeldía es contra Ti.