Este "Gran Diccionario de la Biblia", obra de Xabier Pikaza, ha sido concebido como una valiosa aportación para aquellos lectores que, sin ser especialistas, desean profundizar en la Biblia como un fenómeno cultural, literario, social y religioso. El autor se propuso que, a través de sus páginas, la Biblia misma pudiera "hablar" a sus lectores, animándolos a ir del libro a la lectura directa del texto sagrado, desde una perspectiva cultural y religiosa.
La génesis de esta obra es un testimonio de dedicación. Iniciado en 1995, como un esbozo para un gran diccionario hispano, el proyecto personal de Pikaza se convirtió en un esfuerzo más unitario y teológico. Tras dejar la docencia activa en la Universidad Pontificia de Salamanca en 2003, pudo culminar este trabajo, que recoge más de treinta años de enseñanza bíblica y casi cuarenta años de investigación, desde sus primeros estudios en el Instituto Bíblico de Roma (1966-1968).
Fiel a su propósito de ser un diccionario "de la Biblia" y no "sobre la Biblia", el autor evitó la erudición excesiva y los discursos analíticos para priorizar el texto bíblico en sí, facilitando al lector el disfrute personal de la riqueza de sus temas. Si bien las ideas del autor, forjadas en su diálogo con otros exegetas y años de atenta lectura bíblica, están en el fondo de la obra, el diccionario también recoge las aportaciones y temas principales de la teología católica de la segunda mitad del siglo XX. Los ejes centrales son "Historia y Palabra", entendiendo la historia bíblica como un momento fundamental en el despliegue de la humanidad y un relato fundacional de la cultura occidental.
Pikaza presenta este diccionario desde una perspectiva cristiana y confesión católica, para quien la Biblia es un libro de fe. No obstante, su enfoque es abierto al diálogo con diversas culturas y religiones, reconociendo que la fe cristiana (y judía) se abre a toda la cultura humana. Por ello, el lector no necesita ser cristiano; basta con que desee comprender mejor las raíces de la cultura occidental, religiosa y en gran parte secularizada, que la Biblia sigue ofreciendo como clave de comprensión de la realidad y la historia. Aunque se sitúa en una perspectiva cristiana que vincula el Antiguo Testamento (compartido con los judíos) con el Nuevo Testamento, centrado en Jesús, en una línea más católica, mantiene un profundo respeto por el judaísmo y otras creencias.
El diccionario se organiza alfabéticamente, de la A a la Z, con numerosas remisiones entre entradas ("k" o "*") para interconectar temas. Se ha procurado que sea fácil de leer, evitando tecnicismos y transcripciones complejas de hebreo o griego.
La segunda edición, publicada en enero de 2015, ocho años después de la primera (febrero de 2006), incorpora 389 nuevas entradas –más de un tercio del texto anterior– corrigiendo omisiones y ampliando contenidos. Los criterios para esta expansión fueron:
* Insistencia en personajes y libros bíblicos: Se completó la galería de figuras del Antiguo y Nuevo Testamento, prestando especial atención a las mujeres, y presentando todos los libros de la Escritura judía y cristiana.
* Énfasis en temas de historia y palabra: Se destacaron bloques significativos como la entrada de los israelitas en Palestina, la crisis postexílica y del helenismo, así como las trayectorias de figuras clave de la Iglesia primitiva como Pedro, Pablo y Santiago. También se reforzaron temas como violencia y paz, particularismo y apertura universal.
* Relevancia actual del testimonio bíblico: Se puso de relieve la pervivencia de sus grandes aportaciones desde una perspectiva israelita, cristiana y humana, destacando sus elementos literarios, culturales y sociales. La Biblia se presenta como un "texto universal" y base cultural para el presente y el futuro.
Estas ampliaciones se integraron manteniendo la estructura de trece bloques temáticos, que abarcan desde "La Biblia como libro" y su "Entorno bíblico", hasta las visiones de "Dios", "Jesucristo", "Espíritu Santo", "Iglesia", y la "Escatología", con una rica profundización en la antropología fundamental y social.
Es esencial recordar que, como diccionario, esta obra no está diseñada para una lectura lineal, sino para la consulta específica de palabras o temas de interés. Sus numerosas referencias cruzadas permiten que el lector se adentre en un "racimo" de temas interconectados, facilitando una comprensión más profunda y personal.
Este diccionario representa el culmen de una trayectoria vital y académica, ofrecido con gratitud a la familia, amigos, colegas y la editorial que lo hicieron posible.