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Hermana Muerte. San Francisco no llama “hermana” a la muerte porque la personifique, ni ignora su carácter inexorable idealizándola falsamente, sino porque lo une a la muerte redentora de Cristo y …More
Hermana Muerte.
San Francisco no llama “hermana” a la muerte porque la personifique, ni ignora su carácter inexorable idealizándola falsamente, sino porque lo une a la muerte redentora de Cristo y por eso la acepta, la acoge y se hermana con ella. En el Cántico de las Criaturas, compuesto en su lecho de muerte, afirma que a la única muerte a la que hay que temer es a la “segunda muerte”, que es la que nos aleja eternamente de Dios.
Contemplar a la muerte, nuestra muerte futura, es espiritualmente sano porque nos pone en perspectiva de que la vida es solo un instante, pero el único que nos avala, por la fe expresada en obradas, para que la muerte no sea un sinsentido, sino para que sea la entrada a la meta gloriosa, porque Dios ha asociado nuestra muerte con la suya, y ha convertido a la muerte en puerta y puente que conducen a la vida eterna, donde nos esperan los brazos cariñosos del Altísimo.
vgg
Vg2: Este espíritu franciscano de personalizar todo aquello que nos rodea, a mí no me cuadra. La muerte no es ni más ni menos que "la llamada del Padre" para que vayamos a la "Casa" que el mismo Jesús nos dijo que se adelantaba para prepararla.