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“Haré más ruido muerto que vivo” ¡Un regalo tan precioso, como inesperado, de la Providencia! Piedad Salomón, "Pity", me autoriza, encantada, a reproducir su correo. Dice así: "Estimado José María …Más
“Haré más ruido muerto que vivo”
¡Un regalo tan precioso, como inesperado, de la Providencia! Piedad Salomón, "Pity", me autoriza, encantada, a reproducir su correo. Dice así: "Estimado José María, al comprar este último libro del Padre Pío [El Santo], él mismo me sugirió hacerle un retrato y regalárselo a usted. Como agradecimiento de Él y mío lo he hecho y se lo "queremos" regalar...
Para más seguridad, el día que fui a sacar la foto para poderlo dibujar le pedí una señal más clara al Padre Pío de que si de verdad quería que lo hiciera para usted. Estaba esperando enfrente de la fotocopiadora cuando de pronto apareció un monje carmelitano, se paró delante de mí y me dio una postalita de la Virgen del Carmen para que la entregara en la Copistería. Algo en mi ser me hizo reaccionar y leer lo que ponía detrás: eran unos versos para la Virgen, pero muy mal redactados; no tenían ni pies ni cabeza. "Algo" me dijo enseguida: "Lee sólo lo último de lo último". Pues bien, las últimas palabras …Más
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El retrato obsequiado