LEÓN XIV: "FRANCISCO NOS ACOMPAÑA DESDE EL CIELO"
León XIV: “Francisco nos acompaña desde el Cielo” - Miles Christi - 22/05/2025.Descargar el PDF: Francisco nos acompaña desde el Cielo.pdf
“Durante la Misa sentí fuertemente la presencia espiritual del Papa Francisco, que desde el Cielo nos acompaña.” [1]
Ver también: Respuesta al episcopado argentino sobre el …
“Hoy recordamos de manera especial y con mucha gratitud a nuestro amado Papa Francisco que, hace justamente un mes, regresó a la casa del Padre. Él nos acompaña y reza por la Iglesia desde el Cielo.” [2]
“(…) como el Papa Francisco mismo, con su estilo de total dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida, de abandono en Dios durante el tiempo de la misión y de serena confianza en el momento del retorno a la Casa del Padre.” [3]
Creo necesario efectuar algunas observaciones:
1. Las palabras del sucesor de Bergoglio carecen de sustento teológico, puesto que ni él ni nadie en la tierra puede saber dónde se halla el alma del antiguo ocupante de Santa Marta. Falta a la verdad, entonces, el ex Prefecto del Dicasterio para los Obispos, al hacer semejante aseveración, induciendo en error a la feligresía católica de todo el mundo, generando artificial y engañosamente en los fieles un masivo prejuicio favorable hacia “Francisco” y su pontificado, y también hacia el suyo, que es presentado como la continuación de la gestión bergogliana.
2. En el hipotético caso de que Bergoglio haya logrado evitar el castigo eterno y que, además, no haya tenido penas temporales para rescatar en el Purgatorio -hecho por cierto excepcional, reservado tan sólo a los santos más insignes-, su acogida en la morada divina lo revestiría de un estado espiritual totalmente novedoso, por lo cual es falaz calificar dicho estado de “retorno a la Casa del Padre”, expresión que solamente puede aplicarse a Jesucristo, Hijo de Dios, consubstancial al Padre, luego de la Ascensión.
3. Esta desafortunada expresión parecería sugerir una falsa creencia en la divinidad del espíritu humano -al modo gnóstico/panteísta- y, consiguientemente, en la salvación universal de las almas, a semejanza de la profesada por sus predecesores Bergoglio [4] y Wojtyla. [5]
4. Si bien no hay certeza acerca del destino sobrenatural de Bergoglio, hay, en cambio graves y múltiples indicios que vuelven altamente improbable la salvación de su alma. En efecto, es una conocida máxima espiritual que, en regla general, hay una adecuación entre la manera de vivir y el estado del alma al momento de la muerte. Si una persona persevera en la herejía y en la impiedad por décadas -como en el caso de Bergoglio [6]-, y muere sin dar signos exteriores de arrepentimiento, todo lleva a pensar que tal persona, en principio, no se ha salvado, salvo intervención de una gracia actual extraordinaria de último momento que haya provocado la contrición de sus faltas, sin alcanzar a manifestarla con signos visibles.
5. Si Bergoglio se fue directo al Cielo, se sigue de ello que es un santo, esto es, un ejemplo a seguir, un modelo de vida cristiana para los fieles, un maestro seguro de la doctrina católica y un “pontífice” cuyo legado “ecuménico-interreligioso-conciliar-sinodal” es -como con toda lógica afirma el nuevo preboste del Vaticano-, el camino que la Iglesia debe continuar transitando. En efecto, “queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz”, decía Prevost el día de su elección, en la plaza de San Pedro, antes de dar su primera bendición Urbi et Orbi. [7]
Y dos días después, ante el Colegio Cardenalicio, insistía: “Quisiera que renováramos juntos, hoy, nuestra plena adhesión a ese camino, a la vía que desde hace ya decenios la Iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano II. El Papa Francisco ha recordado y actualizado magistralmente su contenido.” [8] Finalmente, el 19 de mayo, proclamaba ante las delegaciones ecuménicas e interreligiosas: “Consciente, además, de que sinodalidad y ecumenismo están estrechamente relacionados, deseo asegurar mi intención de proseguir el compromiso del Papa Francisco en la promoción del carácter sinodal de la Iglesia Católica y en el desarrollo de formas nuevas y concretas para una sinodalidad cada vez más intensa en el ámbito ecuménico.” [9]
6. Las consecuencias de legitimar el legado de “Francisco” son innumerables; sería tedioso hacer un listado exhaustivo, por eso me limito a destacar cuatro que son bastante representativas del “pontificado” bergogliano:
I. Validación de la idolatría, de la falsa libertad religiosa, del falso ecumenismo y del falaz, surrealista y eminentemente anti bíblico “diálogo interreligioso” (Pachamama, Asís, Declaración de Abu Dabi).
II. Validación del adulterio, de las uniones contra natura y del sacrilegio (Fiducia Supplicans, Amoris Laetitia).
III. Abolición de la constitución divina de la Iglesia (Sinodalidad o Camino Sinodal que subvierte el orden jerárquico, magisterial y jurisdiccional instituido por su Divino Fundador).
IV. Promoción del mundialismo naturalista masónico, ecologista, panteísta e inmigracionista (Laudato Si’, Fratelli Tutti, Querida Amazonia).
7. Elogiar a Bergoglio, reivindicar su herencia espiritual y doctrinal, considerarlo santo y modelo para la Iglesia, continuar su proyecto de “Iglesia Sinodal”, es claro signo de una profunda ceguera espiritual y de una heterodoxia doctrinal manifiesta, lo que, a su vez, demuestra una incompatibilidad radical para ejercer válidamente el ministerio petrino, cuya función principal es la de apacentar el rebaño -conduciendo a las ovejas a prados saludables, no a pastizales envenenados por la herejía-, y confirmar a sus hermanos en la fe, y no inducirlos en el error, amparándose en una autoridad engañosa y desvirtuada. Bergoglio no cumplió con la condición esencial del derecho divino de adherir con fidelidad al depósito de la revelación y al magisterio de la Iglesia. Huelga decir que nadie que esté alineado con su posición teológica se halla tampoco en las condiciones necesarias para desempeñar legítimamente la suprema función eclesiástica. No se requiere una vasta erudición para poder comprenderlo: un hereje no puede regir los destinos de la Iglesia. [10]
Que no se pretenda argüir con sutilezas jurídicas contra este hecho irrefutable, ya que, como es notorio, las leyes eclesiásticas y el derecho canónico están subordinados al derecho divino: prima lex, salus animarum. Quien adhiere al modernismo y al falso ecumenismo no profesa la fe católica, pues conspira contra la salvación de las almas y, por ende, no puede detentar jurisdicción alguna sobre los fieles, es así de sencillo. Ante la duda, en lo que atañe al modernismo de Bergoglio et alii, léanse las enjundiosas encíclicas Pascendi de San Pío X y Mortalium Animos de Pío XI, hoy más actuales que nunca.
8. Veamos a continuación algunas frases de “León XIV” en las que afirma con nitidez su coincidencia con las principales ideas modernistas sostenidas por Bergoglio y demás “papas conciliares”: ecumenismo, libertad religiosa, diálogo interreligioso, fraternidad universal, ecologismo, concepción modernista de la fe (concebida como experiencia subjetiva y comunitaria, en detrimento del contenido dogmático objetivo y magisterial), desnaturalización del primado petrino (relativizando su autoridad docente y de gobierno en aras de un primado de “servicio en el amor”), concepción naturalista filo masónica de la “paz mundial”, del bien de la “humanidad” y del novedoso “cuidado de la casa común” de sabor panteísta, pergeñado por “Francisco” en Laudato Si’.
Cabe precisar que lo esencial de estos falsos principios no son en absoluto invención de Bergoglio, sino que encuentran su fundamento conceptual en las actas conciliares y en el “magisterio post conciliar” subsiguiente, desarrollado por sus predecesores a lo largo de seis décadas. Obviamente, no es de extrañarse que Prevost los haya hecho suyos, valiéndose del argumento de la pretendida “santidad” e “intercesión” protectora de Bergoglio desde el Cielo para fortalecer la implementación de la “Iglesia Sinodal” y garantizar la continuidad de su proyecto con el de sus antecesores conciliares.
Trascribo seguidamente los pasajes referidos, omitiendo efectuar comentarios, pues sería larguísimo y fastidioso para la mayoría de los lectores, y además porque doy por sentado que un católico bien instruido debería poder identificar el motivo de la selección sin grandes dificultades, amén del hecho de que ya he analizado múltiples textos semejantes de Bergoglio en todos mis libros sobre su “pontificado”, a los cuales remito.
“La paz se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones, y midiendo el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no sólo con las armas. En esta óptica, considero fundamental el aporte que las religiones y el diálogo interreligioso pueden brindar para favorecer contextos de paz. Eso, naturalmente, exige el pleno respeto de la libertad religiosa en cada país, porque la experiencia religiosa es una dimensión fundamental de la persona humana, sin la cual es difícil -si no imposible- realizar esa purificación del corazón necesaria para construir relaciones de paz.
Por otra parte, en la perspectiva cristiana, la verdad no es la afirmación de principios abstractos y desencarnados, sino el encuentro con la persona misma de Cristo, que vive en la comunidad de los creyentes.” [11]
“Uno de los puntos clave del pontificado del Papa Francisco ha sido el de la fraternidad universal. En este tema, de verdad que el Espíritu Santo lo ha “impulsado” a dar grandes pasos hacia adelante en las aperturas e iniciativas que ya habían comenzado a asumir los Pontífices precedentes, sobre todo desde san Juan XXIII. El Papa de la Fratelli tutti promovió tanto el camino ecuménico como el diálogo interreligioso, y lo hizo sobre todo cultivando las relaciones interpersonales de modo que, salvaguardando los vínculos eclesiales, se valorizara siempre el aspecto humano del encuentro. Que Dios nos ayude a atesorar su testimonio.
Ustedes han sido testigos de los notables esfuerzos realizados por el Papa Francisco en favor del diálogo interreligioso. A través de sus palabras y acciones, ha abierto nuevas perspectivas de encuentro, para promover «la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio» (Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, Abu Dabi, 4 de febrero de 2019). [11 Bis]
A todos ustedes, representantes de las demás tradiciones religiosas, les expreso mi gratitud por su participación en este encuentro y por su contribución a la paz. En un mundo herido por la violencia y los conflictos, cada una de las comunidades aquí representadas aporta su sabiduría, su compasión y su compromiso con el bien de la humanidad y el cuidado de la casa común. Estoy convencido de que, si estamos unidos y libres de condicionamientos ideológicos y políticos, podremos ser eficaces al decir “no” a la guerra y “sí” a la paz, “no” a la carrera armamentista y “sí” al desarme, “no” a una economía que empobrece a los pueblos y a la tierra y “sí” al desarrollo integral.
El testimonio de nuestra fraternidad, que espero podamos manifestar con gestos concretos, sin duda contribuirá a construir un mundo más pacífico, como lo desean en lo más profundo de su corazón todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Queridos amigos, gracias nuevamente por su cercanía. Invoquemos en nuestros corazones la bendición de Dios: que su infinita bondad y sabiduría nos ayude a vivir como hijos suyos y como hermanos y hermanas entre nosotros, para que crezca la esperanza en el mundo.” [12]
“A Pedro, pues, se le confía la tarea de “amar aún más” y de dar su vida por el rebaño. El ministerio de Pedro está marcado precisamente por este amor oblativo, porque la Iglesia de Roma preside en la caridad y su verdadera autoridad es la caridad de Cristo. No se trata nunca de atrapar a los demás con el sometimiento, con la propaganda religiosa o con los medios del poder, sino que se trata siempre y solamente de amar como lo hizo Jesús.
Él -afirma el mismo apóstol Pedro- «es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular». Y si la piedra es Cristo, Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás, haciéndose dueño de las personas que le han sido confiadas; por el contrario, a él se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos. Todos, en efecto, hemos sido constituidos «piedras vivas», llamados con nuestro Bautismo a construir el edificio de Dios en la comunión fraterna, en la armonía del Espíritu, en la convivencia de las diferencias. Como afirma san Agustín: «Todos los que viven en concordia con los hermanos y aman a sus prójimos son los que componen la Iglesia».
Hermanos y hermanas, quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado. (…) ¡Miren a Cristo! ¡Acérquense a Él! ¡Acojan su Palabra que ilumina y consuela! Escuchen su propuesta de amor para formar su única familia: en el único Cristo nosotros somos uno. Y esta es la vía que hemos de recorrer juntos, unidos entre nosotros, pero también con las Iglesias cristianas hermanas, con quienes transitan otros caminos religiosos, con aquellos que cultivan la inquietud de la búsqueda de Dios, con todas las mujeres y los hombres de buena voluntad, para construir un mundo nuevo donde reine la paz. Este es el espíritu misionero que debe animarnos, sin encerrarnos en nuestro pequeño grupo ni sentirnos superiores al mundo; estamos llamados a ofrecer el amor de Dios a todos, para que se realice esa unidad que no anula las diferencias, sino que valora la historia personal de cada uno y la cultura social y religiosa de cada pueblo.” [13]
Hay infinidad de textos del magisterio [14] que afirman la indefectibilidad de la sede petrina en materia de fe, lo que demuestra que un papa legítimo no puede incurrir en herejía. Por ejemplo, la Constitución Dogmática Pastor Aeternus, del CVI, no podría ser más clara al respecto:
“Así el Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no de manera que ellos pudieran, por revelación suya, dar a conocer alguna nueva doctrina, sino que, por asistencia suya, ellos pudieran guardar santamente y exponer fielmente la revelación transmitida por los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe. Ciertamente su apostólica doctrina fue abrazada por todos los venerables padres y reverenciada y seguida por los santos y ortodoxos doctores, ya que ellos sabían muy bien que esta Sede de San Pedro permanece siempre libre de error alguno, según la divina promesa de nuestro Señor y Salvador al príncipe de sus discípulos: «Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, cuando hayas regresado, confirma a tus hermanos».”
He aquí tres citas adicionales:
“Considerad, amados, que la Verdad no pudo haber mentido, ni la fe de Pedro podrá ser quebrantada ni cambiada para siempre. Pues aunque el diablo quiso zarandear a todos los discípulos, el Señor testifica que Él mismo pidió solo a Pedro y quiso que los demás fueran confirmados por él; y a él también, en consideración a un amor mayor que mostró al Señor sobre los demás, le fue encomendado el cuidado de apacentar las ovejas; y a él también le entregó las llaves del reino de los cielos, y sobre él prometió edificar su Iglesia, y testificó que las puertas del infierno no prevalecerían contra ella.” Papa Pelagio II, Carta Apostólica Quod ad Dilectionem.
“Por lo tanto, ¿habrá alguien tan insensato como para atreverse a considerar su oración como vana, la de Aquel cuyo querer es poder? Por la Sede del jefe de los Apóstoles, es decir, por la Iglesia Romana, por medio del mismo Pedro, así como por medio de sus sucesores, ¿no han sido desaprobados, rechazados y vencidos los comentarios de todos los herejes, y los corazones de los hermanos en la fe de Pedro, que hasta ahora no ha fallado, ni fallará hasta el fin, han sido fortalecidos?” Papa San León IX, Carta Apostólica In Terra Pax.
“Ahora bien, sabéis que los enemigos más acérrimos de la religión católica siempre han librado una guerra feroz, pero sin éxito, contra esta Cátedra; no ignoran en absoluto que la religión misma jamás podrá tambalearse ni caer mientras esta Cátedra permanezca intacta, la Cátedra que reposa sobre la roca que las soberbias puertas del infierno no pueden derribar y en la que reside la completa y perfecta solidez de la religión cristiana.” Papa Pío IX, Encíclica Inter Multiplices.
Todas estas declaraciones pontificias excluyen por principio, de manera cristalina, la hipótesis del papa hereje. Por otro lado, es normal que así sea, puesto que Pedro es la roca sobre la que reposa la Iglesia y, si dicha roca fuese falible, todo el edificio se desmoronaría. Pedro es infalible porque Cristo es infalible, es Él quien participa a Pedro y a sus sucesores su propia infalibilidad. Esta prerrogativa no debe confundirse con la impecabilidad que, obviamente, Pedro y sus sucesores no poseen, por tratarse de viadores marcados por el pecado original. Pero eso no es obstáculo alguno para que Nuestro Señor haya concedido a Pedro y a sus sucesores el privilegio de estar exentos de error en materia de fe. En efecto, Cristo rogó a su Padre para que la fe de Pedro no desfalleciera, y es importante notar que este pedido lo hizo solamente por Pedro, por lo que nadie más en la Iglesia goza de ese privilegio, a título individual. Y va de suyo que un pedido de Jesús al Padre le es automáticamente concedido.
Esto significa que Cristo delegó en Pedro y en sus sucesores la función de guardar inalterada la fe divina en la Iglesia durante su ausencia, desde la Ascensión hasta la Parusía, encomendándole la tarea de suplantarlo en aquello que concierne a la custodia, a la proclamación y a la transmisión incólume de la doctrina revelada en materia de fe y de moral, a través de las generaciones sucesivas. Por otro lado, Cristo confirió a Pedro y a sus sucesores la misión de apacentar sus ovejas y de confirmar a sus hermanos en la fe. Apacentar el rebaño implica llevarlo a prados seguros y a pastos sanos, no a pastizales ponzoñosos, envenenados por la herejía. Y confirmar a los fieles en la fe divinamente revelada supone en Pedro la posesión íntegra de dicha fe, sin la cual no podría llevar a cabo su misión.
De ambas cosas se desprende igualmente la infalibilidad de Pedro y de sus sucesores en materia de fe, esto es, la imposibilidad teológica de que un legítimo sucesor de San Pedro pueda defeccionar en lo que a la profesión de la fe católica se refiere. De lo cual se colige que los papas conciliares, desde Roncalli en adelante, al haber profesado la herejía modernista solemnemente condenada por San Pío X, no han podido ser legítimos sucesores de San Pedro, es decir, no han sido investidos del poder de jurisdicción sobre la Iglesia universal, puesto que, justamente, si esto hubiera acontecido, habrían sido preservados del error en materia de fe, en virtud de la naturaleza del oficio petrino tal cual fue instituido por Nuestro Señor en la persona de Pedro, dotado del privilegio de la indefectibilidad en cuestiones de fe, a los efectos de poder cumplir la doble misión que le había encargado, a saber, la de apacentar sus ovejas y la de confirmar a sus hermanos en la fe.
Relacionado: 1. EL VATICANO CONVOCA UNA NUEVA ALIANZA PLANETARIA … - 2. LA RELIGIÓN DEL VATICANO NO ES CATÓLICA. - 3. EL FALSO PROFETA DEL VATICANO - Miles Christi - … - 4. “La Iglesia conciliar contra el Estado católico” … - 5. DOCE AÑOS CON FRANCISCO - 6. IN MEMORIAM - JORGE MARIO BERGOGLIO - 7. CEGUERA ESPIRITUAL Y NEGACIÓN DE LA REALIDAD. - 8. La Sala de Audiencias del Vaticano es diabólica. - 9. DIEZ AÑOS CON FRANCISCO. - 10. CINCO AÑOS CON MILES CHRISTI.
[1] Regina Caeli, 18 de mayo de 2025 | LEÓN XIV
[2] x.com/Pontifex_es/status/1925167191432851630
Oficial: Francisco ya está en el Cielo
[3] Discurso del Santo Padre al Colegio Cardenalicio …
[4] Ver “Respuesta al episcopado argentino sobre el pontificado de Francisco”: Respuesta al episcopado argentino sobre el …
[5] Ver “Juan Pablo II profesaba la herejía de la salvación universal”: Juan Pablo II profesaba la herejía de la … y “Ceguera espiritual y negación de la realidad”: CEGUERA ESPIRITUAL Y NEGACIÓN DE LA REALIDAD.
[6] Ver “El falso profeta del Vaticano”: EL FALSO PROFETA DEL VATICANO - Miles Christi - … y “Misterio de iniquidad”: “Misterio de iniquidad: la abominación …
[7] Primera bendición «Urbi et Orbi» del Santo Padre …
[8] Discurso del Santo Padre al Colegio Cardenalicio …
[9] A las delegaciones ecuménicas e interreligiosas …
[10] Por ejemplo, la Constitución Dogmática Pastor Aeternus es de una claridad meridiana: “Así el Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no de manera que ellos pudieran, por revelación suya, dar a conocer alguna nueva doctrina, sino que, por asistencia suya, ellos pudieran guardar santamente y exponer fielmente la revelación transmitida por los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe. Ciertamente su apostólica doctrina fue abrazada por todos los venerables padres y reverenciada y seguida por los santos y ortodoxos doctores, ya que ellos sabían muy bien que esta Sede de San Pedro permanece siempre libre de error alguno, según la divina promesa de nuestro Señor y Salvador al príncipe de sus discípulos: «Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, cuando hayas regresado, confirma a tus hermanos».” Constitución dogmática «Pastor aeternus»
[11] Al Cuerpo Diplomático (16 de mayo de 2025) | …
[11 Bis] Documento sobre la fraternidad humana por la paz … - Acerca de esta herética declaración firmada por Bergoglio recomiendo leer “El Vaticano promueve la apostasía y una religión global”: El Vaticano promueve la apostasía y una religión … - En dicho documento puede leerse lo siguiente: “El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos.” Lo cual es no solamente falso, sino, sobre todo, herético y blasfematorio. Este documento debería ser anatematizado por la Santa Sede. En lugar de eso, el nuevo “Vicario de Cristo” lo cita públicamente, confirmando la autoridad magisterial que le había otorgado “Francisco”. Esto implica una abierta complicidad con la herejía modernista fomentada por Bergoglio. Y prueba categóricamente la terrible ilusión en la que viven quienes depositan sus esperanzas de restauración doctrinal en Prevost.
[12] A las delegaciones ecuménicas e interreligiosas …
[13] V Domingo de Pascua – Celebración Eucarística …
[14] Ver acá un abundante compendio de citas pontificias: The Catholic Teaching on the Papacy