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¿Puede un Papa encubrir a un abusador sexual y dar consejos inmorales?

Por José Arturo Quarracino
23 de febrero de 2019

Hace pocos días publicamos un artículo en el que anticipábamos que el caso del ex obispo de Orán (Salta/Argentina) y asesor especial de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), monseñor Gustavo Óscar Zanchetta, estaba a punto de convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el papa Francisco, porque en su caso se repetía en forma casi idéntica lo acontecido con el ex cardenal y ex sacerdote Theodore McCarrick: de formar parte del círculo áulico y de amistad del pontífice, denunciado por abusador sexual consuetudinario, encubierto y protegido por las más altas jerarquías vaticanas, hasta caer en desgracia en forma irreparable.

Decíamos en nuestro artículo que lo que diferenciaba un caso del otro era que el “problema McCarrick” había sido heredado por Francisco, pero que el “problema Zanchetta” había sido creación personal y exclusiva del pontífice, fue uno de los primeros obispos argentinos designados por él, a quien conocía muy bien desde varios años antes.

Con McCarrick quedó en evidencia que el “obispo de Roma” lo encubrió, a pesar de que el entonces nuncio en Estados Unidos, el arzobispo Carlo Maria Viganò, lo había advertido a los tres meses de haber comenzado su pontificado. No sólo están los testimonios del prelado dados a conocer el año pasado. En estos días el escritor Frederic Martel ha revelado en su libro Sodoma: poder y escándalo en el Vaticano, que el entorno que rodea al Papa le había informado que él había sido “informado inicialmente” que el defenestrado prelado “había tenido relaciones homosexuales con seminaristas mayores de edad”, pero que eso “no era suficiente a los ojos de Francisco para condenarlo” (¿¿¿).

Cuando el arzobispo Viganò dio a conocer su famoso Testimonio, toda la corte mediática bergogliana intentó descalificarlo por todas las formas posibles, hasta atreverse a negar que el ex nuncio había informado al Papa sobre McCarrick. Pero el escritor francés recién mencionado, admirador de Francisco y furibundo anticatólico, ha dado a conocer que Bergoglio había sido informado y que no le había dado importancia al homosexualismo activo del otrora cardenal estadounidense. Es decir, Bergoglio hizo lo que ahora pretende condenar en otros: encubrió a un predador sexual consagrado.

Es sabido que cuando el mismo Francisco fue interrogado por esta denuncia de encubrimiento, en un vuelo de regreso a Roma, fiel a su estilo, ni negó ni confirmó el Testimonio de Viganò, pero hizo hablar a sus más fieles subalternos, quienes negaron que él estaba en conocimiento de los crímenes de McCarrick. Si bien el “obispo de Roma” no mintió, hizo afirmar mendacidades a otros, para cubrirse.

Lo mismo ha pasado en el caso del ex obispo de Orán, monseñor Gustavo Óscar Zanchetta.
Invocando “una razón de salud” no identificada, el prelado argentino huyó de la diócesis de Orán en julio de 2017, reapareciendo dos meses después en Roma, para ser inventado como “asesor” de la APSA vaticana por decisión del propio Francisco.

A fines del 2018 se hizo público, a través de denuncias judiciales civiles, que el verdadero motivo de la huida de Zanchetta había sido por denuncias de abusos e inconductas sexuales en su contra, ya desde el año 2015. A comienzos de este año, el nuevo vocero vaticano, Alessandro Gissoti, informó que las denuncias sexuales contra el prelado argentino llegaron a Roma después de su nombramiento vaticano. Pero al igual que en el caso McCarrick, las más altas cimas del Vaticano tomaron la decisión de hacerle afirmar mendacidades al neo vocero de prensa vaticano.
Que se trataron de mentiras para disimular el encubrimiento lo prueban los documentos dados a conocer por la periodista Silvia Noviasky en el diario El Tribuno de Salta, en su edición del 21 de febrero (cfr. www.eltribuno.com/…/2019-2-21-0-0-0…), donde se dan todos los detalles relacionados con una gran cantidad de “imágenes pornográficas de sexo explícito homosexual entre jóvenes y autofotografías de desnudos del propio Zanchetta, grabados en su celular, circunstancia que fue descubierta el 22 de setiembre del 2015 por un secretario del obispado, quien puso en conocimiento de todo ello al entonces vicario general, monseñor Gabriel Acevedo.

Estos documentos eclesiásticos afirman que estas repudiables novedades fueron transmitidas al rector del Seminario Mayor diocesano de Salta, al ex obispo de Orán, Marcelo Colombo, al arzobispo de Salta, Mario Cargnello, al arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Mario Alberto Poli, y al nuncio en Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig.

También dejan constancia estos documentos que en octubre del 2015 monseñor Zanchetta fue llamado para que se presentara en forma urgente en Roma, para encontrarse con el papa Francisco. No se conoce el contenido de lo conversado entre ambos. Pero Zanchetta se mantuvo en su cargo de obispo titular de Orán hasta julio de 2107, momento que, como dijimos antes, se escapó a Roma, con una estadía intermedia en Madrid (España).

En síntesis: ya desde el 2015 el Papa había sido informado de las fechorías sexuales de monseñor Zanchetta, pero al igual que en el caso de McCarrick, eso no fue suficiente para condenar al obispo cuestionado.

Pero los mencionados documentos presentan casi al final otra noticia que puede resultar en otra bomba a punto de explotar en el rostro del mismo pontífice. Esa noticia no sólo menciona ciertos manejos financieros del entonces titular de la diócesis en forma arbitraria -venta de un inmueble por u$s 200.000 en una localidad salteña y venta de un inmueble donado en Buenos Aires por un valor de u$s 800.000-, sino que menciona también la posible influencia de Francisco en este caso, aconsejándole personalmente que no hiciera figurar la operación inmobiliaria en ningún lado, según palabras de Zanchetta.

Todos estos datos surgen del documento elaborado por vicarios y personal de la curia de Orán, quienes no sólo han dejado constancia de las inconductas y fechorías sexuales del ex obispo argentino, encubiertas por el mismo pontífice. También dejan constancia del inmoral consejo financiero del “obispo de Roma”, recomendando el ocultamiento de una operación comercial de 800.000 dólares.

Surge en este punto una gran pregunta: ¿todos esos dólares quedaron en las manos de monseñor Zanchetta, o parte de esa suma habrá llegado a las arcas vaticanas? ¿Será este el motivo que explicaría su inexplicable nombramiento en la APSA?

Y “la pregunta de todas las preguntas”: ¿puede un Papa dar consejos inmorales en materia económica y financiera a uno de sus pastores?
kaoshispano1
Jerarquia posesa postconciliar, en sus ultimos espamos. THE END.
la verdad prevalece
2 Corintios 11:13-16 pues no son más que falsos apóstoles y engañadores que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y esto no es nada raro, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz; por eso resulta muy natural que sus servidores pretendan aparecer como defensores de la justicia. ¡Pero habrán de terminar como sus hechos merecen!
Tojeter
Corintios 1. 5