Bottega
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“Haced Esto” Pero No obréis como ellos…

Algunos se preguntan; “porqué los católicos re-sacrifican a Jesucristo continuamente en la Misa”?

La Misa es una liturgia y contiene misterio y tipología. Incorpora la belleza y el poder de la Pasión de Cristo, recreándola frente a nuestros ojos. Es simbólica y es real, de lenguaje simple y a la vez tipológico. Contiene toda la dignidad, profundidad, simbolismo, hondura y realidad espiritual que se esperaría del acto de culto central de la Iglesia fundada por Jesucristo y los Apóstoles.

La Misa fue profetizada en el antiguo testamento; “Pues desde donde sale el sol hasta el ocaso grande es mi Nombre entre las naciones. En todo lugar es ofrecido incienso y una oblación pura a mi Nombre, porque mi Nombre es grande entre las naciones, dice el Señor de los ejércitos. Mal 1,11

En el Antiguo Testamento, un sacrificio comenzaba con una ofrenda, algo que era llevado solemnemente ante la presencia de Dios, y allí ofrecido a Él.

A los Israelitas Dios les manda que traigan las primicias o sacrifiquen los frutos de la tierra en el altar y ofrecer así su adoración. “Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, Señor’. Y lo dejarás delante del Señor tu Dios, y adorarás delante de Señor, tu Dios” Dt 26,10.

Ignacio de Antioquia (35-107 d.C.) y los primeros creyentes cristianos coinciden: “Asegúrense, por lo tanto, de que todos celebren una común Eucaristía; porque hay uno sólo Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo, y una sola copa de unión con su Sangre, y un solo altar del sacrificio… Esto asegurará que todo lo que hagáis estará de acuerdo con la voluntad de Dios” (Carta a los de Filadelfia 4, escrito alrededor del 106 d.C.).

Sabemos que Jesús no dijo que el pan y el vino “representaban” su Cuerpo y su Sangre sino que dijo que el pan y el vino son su Cuerpo y su Sangre.

La palabra griega para “gracias” significa “eucaristeo”, de donde proviene nuestro uso de la palabra “Eucaristía”.

“Y mientras comían, tomó pan, y habiéndolo bendecido lo partió, se lo dio a ellos, y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo. Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y todos bebieron de ella. Y les dijo: Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos.” (Mc 14,22-24). Parece que Jesús, intencionalmente, usa terminología de Exodo 24,8: “He aquí la sangre del pacto que el Señor hizo con vosotros, según todas estas palabras”. Es aquí, como notarán, que Jesús cumplió lo prometido en Juan 6: “Esto es mi cuerpo… esta es mi sangre”. ¿Qué palabras podrían ser más claras que estas? En ese momento Jesús y los Apóstoles estaban comiendo la cena de la Pascua, el cordero del sacrificio, que era la prefiguración del cuerpo del Señor, y ahora, sentados en esa misma mesa, Jesús levanta un pedazo de pan y dice: “Esto es mi cuerpo”.

Así pues hay sólo un único sacrificio, un sacrificio eterno, y nosotros estamos participando en él diariamente en las dimensiones del tiempo y del espacio, en el plano temporal. www.mercaba.org/…/sacrificio_de_l…

https://youtu.be/8P8qJYZ0d_g?t=54s Francisco, en el libro “12 conversaciones con el sociólogo Dominique Wolton “Politique et sociétéˮ, ediciones L’Observatoire. Se pregunta:

«Pero nosotros los católicos, ¿cómo enseñamos la moralidad? No puedes enseñarla con preceptos tipo: “No puedes hacerlo, debes hacerlo, no debes, puedes, no puedes”… La moral siempre es una consecuencia… Hay un gran peligro para los predicadores, el de caer en la mediocridad. Condenar solo la moral “de la cintura para abajo”.https://youtu.be/McduSLytirw?t=8s

Jesús, Dios, el Mesías, decidió entregarnos unos mandamientos y sacramentos y enseñó cómo aplicarlos y obrar, incluso con el ejemplo, así que Dios ha dicho “Haced esto… , pero no obréis como ellos,”, “No puedes hacerlo, debes hacerlo, no debes, puedes, no puedes” y nosotros las criaturas escogemos si obedecemos y nos salvamos o NO obedecemos y nos condenamos…
adeste fideles
😇
adeste fideles
Hermoso aporte.