Un cardenal anónimo escribe sobre lo que debe cambiar después de Francisco
El texto, titulado "Perfil del próximo Papa", publicado en LaNuovaBq.it, fue compartido en las redes sociales por el cardenal de Hong Kong Joseph Zen.
El seudónimo Demos fue utilizado por primera vez por el difunto cardenal George Pell en la primavera de 2022 para criticar los abusos en el pontificado de Francisco. Los puntos clave.
Deficiencias de Francisco
- Un estilo de gobierno autocrático y vengativo
- descuido en cuestiones de derecho y legalidad
- intolerancia de la disidencia, incluso de la disidencia respetuosa
- lo más grave: un patrón de ambigüedad en cuestiones de fe y moral.
Francisco deja tras de sí "una Iglesia más dividida que en ningún otro momento de su historia reciente".
El próximo pontificado debe ser el de la reconciliación, la recuperación y la restauración de verdades que poco a poco se han ido oscureciendo o perdiendo entre muchos cristianos.
Verdades fundamentales que hay que subrayar
(a) Nadie se salva excepto por y a través de Cristo, como Cristo mismo dejó claro.
(b) Dios es misericordioso y justo y está íntimamente implicado en cada vida humana, perdonándonos y pidiéndonos cuentas. Es a la vez Salvador y Juez.
(c) El hombre es una criatura de Dios. El hombre no se inventa a sí mismo. Es una criatura no sólo de emociones y apetitos, sino también de intelecto, libre albedrío y un destino eterno.
(d) Existen verdades objetivas inmutables sobre el mundo y la naturaleza humana que pueden conocerse mediante la revelación divina y el ejercicio de la razón.
(e) La Palabra de Dios, registrada en las Sagradas Escrituras, es fiable y tiene validez permanente.
(f) El pecado es real y sus consecuencias son mortales.
(g) La Iglesia de Cristo tiene tanto la autoridad como el deber de "hacer discípulos de todas las naciones".
Conclusiones
1. La autoridad real se ve perjudicada por el autoritarismo. Un papa no puede cambiar la doctrina de la Iglesia y no debe inventar o alterar arbitrariamente la disciplina de la Iglesia.
2. La Iglesia no es ni una autocracia ni una "democracia". No tenemos autoridad para remodelar las enseñanzas de Cristo para adaptarlas al mundo. Además, el sensus fidelium católico no es una cuestión de sondeos de opinión, ni siquiera la opinión de una "mayoría" bautizada.
3. La ambigüedad no es evangélica ni acogedora. Al contrario, engendra dudas y alimenta los impulsos cismáticos. La Iglesia es una comunión no sólo de palabra y sacramento, sino también de credo. Las cuestiones doctrinales no son cargas impuestas por los "doctores de la ley".
Desde el principio, el pontificado actual se ha resistido a la [supuesta] fuerza evangélica y claridad intelectual de sus predecesores inmediatos.
4. La Iglesia, además de Palabra, Sacramento y Credo, es también una comunidad de derecho. Entre las características del actual pontificado se encuentran una excesiva confianza en los motu proprios como instrumentos de gobierno, y un descuido general y aversión a los detalles canónicos.
5. La Iglesia, como la describió Juan XXIII, es Mater et Magistra, la "madre y maestra" de la humanidad, no su obediente seguidora.
6. Los viajes por todo el mundo sirvieron bien a un pastor como Juan Pablo II debido a sus dotes personales únicas y a la naturaleza de los tiempos. Pero los tiempos y las circunstancias han cambiado. La Iglesia en Italia y en toda Europa -el hogar histórico de la fe- está en crisis. El propio Vaticano necesita urgentemente una renovación de su moral, una limpieza de sus instituciones, procedimientos y personal.
7. Muchos de los electores del próximo cónclave no se conocerán realmente y, por tanto, pueden ser vulnerables a la manipulación.
Imagen: © Mazur/cbcew.org.uk, CC BY-NC-ND, Traducción IA
