En países donde la sharia, la ley islámica, es también la ley del Estado, se llega a aplicar la lapidación de las mujeres adúlteras. En la inmensa mayoría de los casos se trata de situaciones en que esas mujeres -más que adúlteras- fueron obligadas a mantener relaciones sexuales pero, dada la visión islámica de superioridad del hombre respecto a la mujer, es en definitiva a ésta a la que se culpa y penaliza.
El dramatismo de la imagen aquí reproducida estriba ya no sólo en ver a una mujer muerta a causa de la lapidación sino, sobre todo, en el gesto de amor del pequeño hijo que, impotente, responde también con piedras a los asesinos de su madre inerte.
La escena recuerda aquel pasaje de la vida de Jesús donde una mujer fue encontrada en adulterio y se le iba a apedrear dado que eso prescribía la ley judía para ese tipo de mujeres. Para poner a prueba al Señor le presentan a la mujer adúltera. Jesús sabe dar la respuesta correcta: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. …
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