03:52
La Salve en latín. Salve, Regína, Mater misericórdiæ; vita dulcédo et spes nostra, salve. Ad te clamámus éxules fílii Hévæ. Ad te suspirámus geméntes et flentes in hac lacrimárum valle. Eia ergo …Más
La Salve en latín.

Salve, Regína,
Mater misericórdiæ;
vita dulcédo et spes nostra, salve.

Ad te clamámus éxules fílii Hévæ.
Ad te suspirámus geméntes et flentes
in hac lacrimárum valle.

Eia ergo, advocáta nostra,
illos tuos misericórdes óculos
ad nos convérte,
et Iesum, benedíctum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsílium osténde.
O clemens, o pia,
o dulcis Virgo María!

℣. Ora pro nobis, Sancta Dei Génetrix.
℟. Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.

Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre,
¡oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!

℣. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.