Divorcio y Apostasía. Tras la oleada de escándalos de encubrimiento de abusos, iniciada el pasado verano, más de un tercio -un 37% de los católicos en USA, según Gallup- asegura estar estudiando la …Más
Divorcio y Apostasía.
Tras la oleada de escándalos de encubrimiento de abusos, iniciada el pasado verano, más de un tercio -un 37% de los católicos en USA, según Gallup- asegura estar estudiando la posibilidad de abandonar la Iglesia, el 74% de ellos cree que lo que se ‘discierna’ predomina sobre lo que diga la Iglesia o la Escritura en cuestiones de fe y moral. -un 26%- confiesa tener «muy poca» o «ninguna» confianza en los sacerdotes, confianza que ha caído desde el 63% en 2008 a menos del 30% en 2019. El Motu Proprio de Francisco del año 2015 llamado (El Señor Jesús, Juez clemente), modifica sustancialmente las causas canónicas de nulidad matrimonial. Las nuevas causales son: la falta de fe, la falta de convivencia, el aborto para evitar la procreación y la persistencia de una relación extramarital. La nulidad del matrimonio se podrá basar en una única sentencia, que ahora puede tramitarse personalmente, se realizará en un proceso más corto y gratuito, sin abogados ni intermediarios. El papa Benedicto en un escrito del 2014 aclaró que, La Iglesia no conoce el divorcio. Sin embargo, ella no puede excluir la posibilidad de matrimonios nulos. Pero, no deben convertirse en un divorcio camuflado. Sería deshonesto y contrario a la seriedad del sacramento. En 1 Cor 7, 12-16, San Pablo dice que, en el caso de matrimonio entre un cristiano y un no cristiano éste puede ser disuelto, cuando el no cristiano obstaculice al cristiano en su fe. Esto ha creado un negocio fenomenal, llamado el negocio de la apostasía, con el cual se están enriqueciendo algunos fabulosamente, se cambian de religión y asi declaran nulos los matrimonios. Para estos, el señor tiene algo reservado. “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego; así que por sus frutos los conoceréis.” “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre, entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. (Mateo 7:19-21). Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles. 25,41
Tras la oleada de escándalos de encubrimiento de abusos, iniciada el pasado verano, más de un tercio -un 37% de los católicos en USA, según Gallup- asegura estar estudiando la posibilidad de abandonar la Iglesia, el 74% de ellos cree que lo que se ‘discierna’ predomina sobre lo que diga la Iglesia o la Escritura en cuestiones de fe y moral. -un 26%- confiesa tener «muy poca» o «ninguna» confianza en los sacerdotes, confianza que ha caído desde el 63% en 2008 a menos del 30% en 2019. El Motu Proprio de Francisco del año 2015 llamado (El Señor Jesús, Juez clemente), modifica sustancialmente las causas canónicas de nulidad matrimonial. Las nuevas causales son: la falta de fe, la falta de convivencia, el aborto para evitar la procreación y la persistencia de una relación extramarital. La nulidad del matrimonio se podrá basar en una única sentencia, que ahora puede tramitarse personalmente, se realizará en un proceso más corto y gratuito, sin abogados ni intermediarios. El papa Benedicto en un escrito del 2014 aclaró que, La Iglesia no conoce el divorcio. Sin embargo, ella no puede excluir la posibilidad de matrimonios nulos. Pero, no deben convertirse en un divorcio camuflado. Sería deshonesto y contrario a la seriedad del sacramento. En 1 Cor 7, 12-16, San Pablo dice que, en el caso de matrimonio entre un cristiano y un no cristiano éste puede ser disuelto, cuando el no cristiano obstaculice al cristiano en su fe. Esto ha creado un negocio fenomenal, llamado el negocio de la apostasía, con el cual se están enriqueciendo algunos fabulosamente, se cambian de religión y asi declaran nulos los matrimonios. Para estos, el señor tiene algo reservado. “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego; así que por sus frutos los conoceréis.” “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre, entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. (Mateo 7:19-21). Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles. 25,41