Ay por Dios, Card Schneider, no sea tan lanzado con las verdades de la fe, no sea que quienes mandan hoy en el Vaticano, le insulten como a nosotros que le seguimos, llamandole fariseo, solo porque defiende lo que Cristo quiere que hagamos para salvación. Cuidado, cuidado monseñor, que la verdad le quema al soberbio, como el agua bendita al diablo. Dios siga bendiciendo a card. Schneider y card. Burke, que ni el mismo satanás les cierre la boca. Oh Dios, manten firme la valentía de estos dos siervos tuyos para enseñar, para corregir, para instruir en justicia (tal como tus Santas Escrituras) a todos aquellos que sin ser católicos se disfrazan de tales buscando un cristianismo a la carta o acomodado a "sus tiempos de hoy", y también para ayudar a quienes intententando humildemente seguirte con todas tus normas que no son mas que para que no nos condenemos, somos atacados, insultados y humillados por hacerlo. Amén...