Es primera intervención en este espacio de gloria y aún no sé cómo funciona. De entrada, me doy cuenta de que ya soy muy mayor y que lo que yo me temía ha llegado. La oración se ha actualizado. Yo la rezaba así:
¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, ¡Oh Madre de bondad!, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.
Pero, en fin, es una costumbre, aunque, cuando yo hablo con María, le hablo de tú.

He entrado, principalmente para ver si Marcelino Champagnat me puede decir si se refiere al Dr. D. Juan Antonio Vallejo-Nágeras del que tengo 7 libros y dos acerca de él o al Dr. D. Antonio Vallejo Nágera Lobón, su padre.