Los seminaristas que apoyan el homosexualismo no deberían ser ordenados, escribió el padre Earl Fernandes -quien fue nombrado obispo de Columbus (Ohio) el 2 de abril- en “La formación en el seminario y la homosexualidad”. Se trata de un folleto de 44 páginas publicado en 2018.
Fernandes sostiene que una subcultura homosexualista está plagando los seminarios desde la revolución sexual [o mejor dicho: desde el Vaticano II] y critica que se hayan ignorado las instrucciones del cardenal Ratzinger de 2005 contra los seminaristas homosexuales.
Fernandes explica que el rechazo del sentido natural de la sexualidad comenzó con la anticoncepción. Quiere que la Iglesia resista la presión de los oligarcas para justificar la actividad homosexual. No sorprendería que Fernandes, después de convertirse en obispo, repudie sus antiguas convicciones.
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