"VER GOTAS, el negocio cordobés que vende waffles con forma de pene". Ante el inesperado éxito, el propietario planea abrir otro local, en la misma cuadra, pero dedicado a vender waffles con forma de vaginas. “Acá no podría venderlas, no coincide con el nombre ni el eslogan. Así que quisiera abrirlo acá cerca, como para hacer un punto de encuentro, de citas. También vienen waffleras con forma de vagina”.
COMENTARIO PERSONAL: El hecho de que la Municipalidad de la ciudad de Córdoba haya dado el visto bueno para la habilitación de este negocio es suficientemente elocuente del estado de postración intelectual, ética y espiritual de mi país. Y su éxito comercial lo confirma. En cualquier sociedad en la que subsistiera un mínimo de decencia natural, esto no podría haber ocurrido jamás y si, por un imposible, ése hubiera sido el caso, el comercio habría sido destruido inmediatamente por los vecinos, indignados ante semejante atentado contra el pudor, ante este auténtico escándalo incalificable contra la inocencia de los menores y a la vez provocación odiosa e intolerable contra toda la ciudadanía y la gente de bien. Hay que frotarse los ojos para convencerse de que algo así pueda ser real. Me pregunto: ¿hasta donde se llegará en la perversion de las costumbres en esta bendita tierra argentina? La verdad es que cuesta imaginar algo más repugnante que esto. Es algo impresionante: se ha perdido toda noción del pudor y la decencia más elemental brilla por su ausencia en la sociedad argentina. Sin embargo, uno no puede evitar interrogarse: ¿se podía acaso esperar otra cosa de un país en el que se considera un "derecho" de la mujer el despedazar en su seno al niño por nacer? ¿O en el cual un "varón" puede "desposar" a otro? ¿Y en el que un "dúo" sodomita puede adoptar niños, conformando una caprichosa y fantástica "familia homoparental", para escándalo permanente de las criaturas? ¿Un país en el que un hombre puede a su antojo "percibirse" mujer o viceversa? ¿Una sociedad en la que cualquiera puede decidir "cambiar de género" mediante un simple acto de su voluntad? ¿Y en el cual quien no acepte ser partícipe de semejante farsa -por ejemplo, al seguir llamando a la persona por su antiguo nombre-, es susceptible de ser denunciado penalmente por delito de "odio" y de "discriminación"? La lista de tales aberraciones -llamadas sofísticamente "derechos inclusivos", "leyes igualitarias", etc.- podría prolongarse considerablemente. Creo que no queda mucho más para agregar con respecto a este muy desagradable episodio, ya que su carácter perverso y eminentemente diabólico salta a la vista, y solo los ciegos espirituales -cada vez más numerosos- son incapaces de verlo...
Seguidamente, reproduzco la nota: El local se halla en el centro de la ciudad, y su propietario dice que está “atropellado por el éxito” porque no tiene competencia. Nada de sutilezas ni metáforas rebuscadas: el enorme cartel del flamante negocio llamado Ver Gotas, deja bien en claro de qué se trata su peculiar oferta. Se trata de un local gastronómico que vende waffles con forma de pene. Por si hacen falta más aclaraciones, el eslogan (escrito en tamaño XL en la cartelería) dice “Que no te A-Pene”. Parece una marquesina de hace 15 años de alguna obra de verano en Villa Carlos Paz.
“Estoy atropellado por el éxito, no tengo competencia acá”, dice Daniel Lurgo, el dueño junto a su hermana Tamara, que apostó a seducir clientes por el humor y jura que le está yendo mejor de lo previsto.
El local está ubicado en Duarte Quiroz 241, y abrió hace tan solo tres semanas. Lurgo tiene 26 años y hasta hace algún tiempo estaba planeando irse a vivir afuera. Pero como la pandemia le complicó los planes, decidió invertir ese dinero en algo. “Me surgió esta idea al ver unos videos en Tik Tok, un día que estaba… al ocio. Dije ‘tengo que salir de mi zona de confort’, lo empecé a plasmar con mi hermana y nos lanzamos con todo. En tres semanas el resultado es estratosférico, diría yo”, grafica, sin que le tiemble la pera.
El local vende ese solo producto: “un waffle, una masa esponjosa, así como te gusta”, dispara el emprendedor, casi parodiando a un personaje Capusottiano. “Cuando entrás al local ves el menú y lo hacés a tu gusto, es personalizado, en el momento te lo rellenamos y mojamos en el baño de chocolate que desees”, acota Daniel, que no puede dejar la “picarezca” ni un segundo.
Para poder darle esa forma, este cordobés mandó a pedir a China una wafflera con el molde, literal, de un pene. “Los saco rellenos, bañados y espolvoreados. Yo te puedo poner lo que vos me digas”, insiste el muchacho.
Por ahora tienen un solo tamaño, de 16 centímetros. Por ahora tienen un solo tamaño, de 16 centímetros. Esto no es un invento de Lurgo: “En España está de moda y traje la idea de allá, solo que allá se llaman ‘pollería’, porque venden pollas”.
Según él, ahora el boom se dio por la forma y el eslogan, motivo suficiente para tener el local lleno. “Por ahora sólo vendemos los dulces, porque si sumo el salado no voy a dar abasto”.
Por ahora se puede pedir en cuatro sabores: dulce de leche, Nutella, Kit Kat y Kinder, y a su vez se puede bañar en chocolate blanco, negro o saborizado con red velvet, y en colores morado, celeste o naranja. Cada uno cuesta entre 300 y 350 pesos. Sólo en el Día del Amigo, Daniel asegura que pasaron más de 400 personas por el local.
“Tenemos un 70 por ciento mujeres y 30 por ciento hombres, parejas, gente grande, acompañados o solos, lo que te imaginés. Y yo acá te vendo el show, meto los chistes y la gente se mata de risa. El waffle se vende solo, pero yo lo vendo así, con todo”.
Ante el inesperado “éxito”, Lurgo (que se define como un tipo que siempre fue “trabajador y no muy fiestero, y por eso tengo lo que tengo”) planea abrir otro local, en la misma cuadra, pero dedicado a vender waffles con forma de vaginas. “Acá no podría venderlas, no coincide con el nombre ni el eslogan. Así que quisiera abrirlo acá cerca, como para hacer un punto de encuentro, de citas. También vienen waffleras con forma de vagina”.
–¿Qué dijeron desde tu entorno cuando les dijiste que ibas a poner un negocio que se llamaba Ver Gotas?
–Mis padres están muy orgullosos de mí. Amigos, tengo uno solo que vive en Nueva York y él al principio me decía que ponga otra cosa, pero cuando vio el potencial, se sintió orgulloso de cómo me iba.
–Cuando pase la novedad, ¿no tienes miedo que se acabe el chiste del negocio?
Comentario personal: La pregunta debería haber sido la siguiente: "Cuando mueras, y debas presentarte ante el tribunal de Dios,¿no temes acaso ser enviado al infierno por toda la eternidad, junto a los demás operarios de iniquidad, en particular, junto a quienes fueron en vida un motivo de escándalo para los niños?"
–No, porque ahí le meto el salado, y cuando pase ese, meto el helado. Tengo muchas etapas previstas y además tengo ganas de llevarlo a Mar del Plata y Bariloche, con otras sucursales.
Lamento tener que comunicar a este insensato que, por desgracia, todavía no se ha percatado de cual será su etapa postrera, en el supuesto caso de que no se arrepienta de sus maldades...
–Cuando pase la novedad, ¿no tienes miedo que se acabe el chiste del negocio? (Comentario personal: La pregunta debería haber sido la siguiente: "Cuando mueras, y debas presentarte ante el tribunal de Dios,¿no temes acaso ser enviado al infierno por toda la eternidad, junto a los demás operarios de iniquidad, en particular, junto a quienes fueron en vida un motivo de escándalo para los niños?"…Más
–Cuando pase la novedad, ¿no tienes miedo que se acabe el chiste del negocio? (Comentario personal: La pregunta debería haber sido la siguiente: "Cuando mueras, y debas presentarte ante el tribunal de Dios,¿no temes acaso ser enviado al infierno por toda la eternidad, junto a los demás operarios de iniquidad, en particular, junto a quienes fueron en vida un motivo de escándalo para los niños?") –No, porque ahí le meto el salado, y cuando pase ese, meto el helado. Tengo muchas etapas previstas y además tengo ganas de llevarlo a Mar del Plata y Bariloche, con otras sucursales. Lamento tener que comunicar a este insensato que, por desgracia, todavía no se ha percatado de cual será su etapa postrera, en el supuesto caso de que no se arrepienta de sus maldades...
COMENTARIO PERSONAL: El hecho de que la Municipalidad de la ciudad de Córdoba haya dado el visto bueno para la habilitación de este negocio es suficientemente elocuente del estado de postración intelectual, ética y espiritual de mi país. Y su éxito comercial lo confirma. En cualquier sociedad en la que subsistiera un mínimo de decencia natural, esto no podría haber ocurrido jamás y si, por un …Más
COMENTARIO PERSONAL: El hecho de que la Municipalidad de la ciudad de Córdoba haya dado el visto bueno para la habilitación de este negocio es suficientemente elocuente del estado de postración intelectual, ética y espiritual de mi país. Y su éxito comercial lo confirma. En cualquier sociedad en la que subsistiera un mínimo de decencia natural, esto no podría haber ocurrido jamás y si, por un imposible, ése hubiera sido el caso, el comercio habría sido destruido inmediatamente por los vecinos, indignados ante semejante atentado contra el pudor, ante este auténtico escándalo incalificable contra la inocencia de los menores y a la vez provocación odiosa e intolerable contra toda la ciudadanía y la gente de bien. Hay que frotarse los ojos para convencerse de que algo así pueda ser real. Me pregunto: ¿hasta donde se llegará en la perversion de las costumbres en esta bendita tierra argentina? La verdad es que cuesta imaginar algo más repugnante que esto. Es algo impresionante: se ha perdido toda noción del pudor y la decencia más elemental brilla por su ausencia en la sociedad argentina. Sin embargo, uno no puede evitar interrogarse: ¿se podía acaso esperar otra cosa de un país en el que se considera un "derecho" de la mujer el despedazar en su seno al niño por nacer? ¿O en el cual un "varón" puede "desposar" a otro? ¿Y en el que un "dúo" sodomita puede adoptar niños, conformando una caprichosa y fantástica "familia homoparental", para escándalo permanente de las criaturas? ¿Un país en el que un hombre puede a su antojo "percibirse" mujer o viceversa? ¿Una sociedad en la que cualquiera puede decidir "cambiar de género" mediante un simple acto de su voluntad? ¿Y en el cual quien no acepte ser partícipe de semejante farsa -por ejemplo, al seguir llamando a la persona por su antiguo nombre-, es susceptible de ser denunciado penalmente por delito de "odio" y de "discriminación"? La lista de tales aberraciones -llamadas sofísticamente "derechos inclusivos", "leyes igualitarias", etc.- podría prolongarse considerablemente. Creo que no queda mucho más para agregar con respecto a este muy desagradable episodio, ya que su carácter perverso y eminentemente diabólico salta a la vista, y solo los ciegos espirituales -cada vez más numerosos- son incapaces de verlo...